Me gusta Pinterest.
Asistí desde fuera al entusiasmo inicial que provocó su aparición y comencé a utilizarlo tarde, una vez que parecía prácticamente asentada como una red social que permite administrar y compartir colecciones de imágenes. Me gusta por su sencillez, por su versatilidad, por su facilidad para incorporar, compartir y gestionar sus tableros. Creo, también, que tiene interesantes posibilidades más allá del puro entretenimiento, como un servicio que puede permitir a sus usuarios construir una marca digital con objetivos corporativos o personales.
Nunca he sido un entusiasta, pero a medida que me iba encontrando con imágenes sugerentes o atractivas, las iba subiendo a la plataforma, creando diferentes tableros. Me gustaba, también, porque encontraba y compartía todo tipo de imágenes, correctas e incorrectas, sexuales y políticas, implícitas y explícitas, figurativas y abstractas, reales e imaginarias, de ficción y de no ficción.
Por eso, sin una dedicación especial, fui completando una curiosa colección de imágenes en el tablero ‘cuerpos, dulces pecados’, muchas de ellas pineadas en el propio Pinterest, otras encontradas curioseando por al Red o a través de los feeds de los blogs que sigo. En fin, una colección de imágenes sexuales en todos sus sentidos: artísticas, obscenas, sutiles, sucias, canallas, hetero, homo, en color, en blanco y negro…; ya digo, una variada galería de escenas que por diversas razones me llamaron la atención en su momento y decidí compartirlas en el tablero.
Desde hace algunos meses vengo recibiendo mensajes de Pinterest en los que me informan de que alguno de mis pines resultan inadecuados, inaceptables, en función de sus políticas de uso, eliminándolos directamente y recomendándome la revisión de mis tableros para que suprima todos aquellos pines que no se ajusten a esas políticas.
¿Demasiado sexy?
Recientemente hemos recibido informes que indican que parte del contenido de tu perfil de Pinterest vulnera nuestras políticas. El contenido inadecuado para el público en general, como pines sexualmente explícitos, está prohibido en todo Pinterest. Permitimos obras de arte y pines educativos, como los que podrías ver en un museo o en un aula. Por favor, ¿podrías borrar cualquier pin o tablero que vulnere nuestras políticas? Si se trata de un error, lo sentimos mucho y te rogamos que no hagas caso a este mensaje.En un primer momento, cree un tablero secreto para ir transfiriendo esas imágenes y conservarlas, pero poco a poco asumí que esto carecía de sentido: mis secretos los guardo y los gestiono yo. Si no puedo compartir visiones y derroches, por muy oscuros que sean, el servicio queda mermado para mi, de alguna manera.
Finalmente, Pinterest decidió eliminar el Tablero ‘cuerpos, dulces pecados’ y perdí todas esas imágenes porque, como ya digo, no las guardaba con afán de coleccionista, sino más bien como divertimento y como rastro de momentos puntuales de arrebato.
Estoy seguro de que sería posible conciliar de algún modo el modelo de negocio que plantea Pinterest con algunos usos más particulares, como el que yo proponía a través de determinadas restricciones de acceso a partir de la identificación honesta y adecuada de las imágenes, pero no voy a provocar ninguna controversia en este sentido.
Me inquieta de alguna manera, eso sí, todos esos términos y políticas de uso y privacidad que van modificándose circular y periódicamente y que funcionan un poco como la legislación vigente: su desconocimiento no exime de su cumplimiento, a pesar de que en un caso y en otro –especialmente en este último– sea en verdad complicado entender y aceptar esas interminables y enrevesadas política y términos que, en mi opinión, suelen ser tramposos.
El sexo poderoso
A pesar de la naturalidad con la que en general se entiende el sexo y sus prácticas, es evidente que sigue imponiéndose la losa de la moralidad dominante sobre este asunto, siendo uno de los asuntos clave en los que las jerarquías confesionales siguen guerreando, manteniendo su interés por convertirlo en un tema tabú. De este modo, como en tantos otros asuntos, se propone una actitud dual entre comportamientos privados y actitudes públicas, dando lugar a la imposición de criterios hipócritas por parte de los poderes sociales.
Se denuestan las manifestaciones sexuales y su visualización, atribuyendo principalmente a los hombres ese interés pervertido, como reflejo también de los roles que el poder social asigna a hombres y mujeres. Somos los hombres los que nos interesamos de modo obsesivo por las formas de la pornografía, un modelo construido a nuestra medida, al fin y al cabo. Afortunadamente, en las calles y en las camas las mujeres van ocupando el centro de la acción
No sé si apartir de ahora, Pinterest me va a resultar igualmente interesante. Lo que sí sé es que una vez embarrados en la vida, el sexo quizás sea el único juego que nos quede a los adultos
Las imágenes del tablero ‘cuerpos, dulces pecados’ iban, más o menos, en esta línea
[Se me olvidaba advertir que en esta entrada se incluyen imágenes de sexo explícito que espero que no hieran la sensibilidad de los lectores y lectoras. Si lo hacen, espero que la herida sea dulce…]
Alguna de las páginas dónde se pueden ver estas imágenes son las siguientes:
Poringa http://www.poringa.net/posts/imagenes/1952722/Artistico-y-sensual—Parte-XIV.html
Erotismo en blanco y negro http://www.arteconx.com/tag/erotismo-en-blanco-y-negro/