La estricta observanta. FBR. Interrogante editorial
La enfermedad y la muerte
respetaron el tiempo de tu juventud.
Esa fue tu fortuna.
Los años enrarecen, no obstante,
las fortunas abstractas:
un hombre envejecido
viene a ser un intruso en los espejos.
También ante sí mismo:
el extraño llegado de repente.
Ganaste cuanto te tocará perder:
la nada irá exigiendo su equilibrio.
…
Que cada cual se entienda como pueda
con su ilusión de tiempo.
Que cada cual sea dueño de su fase de fuga.
Buena suerte.
[Felipe Benítez Reyes, Desde la nueva era. En las Identidades, 2013, Visor Libros.]
¿Cómo saber cuándo empezamos a ser intrusos en los espejos? Las ilusiones del tiempo nos llevan a pensar, como decía Judith, que el espejo se equivoca.. Y cada uno con nuestros particulares puntos de fuga en los que a veces nos vamos encontrando…
Precioso poema. Un abrazo Jose 🙂