Es de madrugada y Alex vuelve a casa después de apurar una de las últimas noches del verano. La imagen es netamente urbana, se intuyen la geometría de la ciudad y las avenidas grises y se adivinan, detrás, los amigos que captan la imagen. Alex camina decidido con la guitarra a la espalda, de vuelta a casa, quizás después de una noche propicia para tocar canciones y disfrutar del espacio compartido con los amigos. Imagino sensaciones que recupero de mi propia experiencia: música, noche, verano, amigos, un mundo propio del que nos entendemos protagonistas. No me atrevo, sin embargo, a imaginar sus sueños.
